El hígado y la vesícula biliar están íntimamente ligados en lo funcional. El hígado es un órgano ubicado en la parte superior del abdomen, dedicado a metabolizar y procesar proteínas, carbohidratos y lípidos; a limpiar la sangre; y a secretar bilis, ayudando en el proceso de la digestión, entre muchas más funciones. Y la vesícula biliar es un pequeño órgano ubicado debajo del hígado, que almacena la bilis, líquido que ayuda a digerir las grasas.
Gracias a este trabajo conjunto, cuando el estómago y el intestino digieren los alimentos podemos evacuar los desechos tóxicos. Por eso una alimentación equilibrada, que dé el menor trabajo posible a nuestro cuerpo, es tan importante.
Kriya para el hígado y la vesícula: «la ira y el crecimiento»
Las diferentes posturas o asanas trabajan buscando el equilibrio del cuerpo y algunas son especialmente indicadas para favorecer la buena salud del hígado y de la vesícula.
En Kundalini Yoga hay muchísimas series y kriyas «detox» que trabajan estos órganos. En la kriya que te presentamos a continuación, algunas de las posturas suponen un masaje interno a través de movilizar el diafragma, sobre todo si van acompañadas de respiración de fuego. Otras presionan la cavidad abdominal o aumentan la tensión sanguínea. Las extensiones de columna también involucran el hígado, al igual que la elevación de piernas en un ángulo de 60º. Y otras son posturas asimétricas que trabajan únicamente sobre el lado derecho, donde el hígado se aloja.