Este mes nos adentramos en observar y equilibrar nuestras polaridades a través de una divertida serie que empieza con el reto de una postura de equilibrio y mucho movimiento.
Y movimiento y aire fresco es lo que hay que dar a tanta polarización. La polaridad llevada al extremo, un extremo irracional, a priori irreconciliable y agresivo que nos rodea. Estaremos de acuerdo que los medios de comunicación y las redes sociales participan al comunicar cualquier noticia, comentario y barbaridad, que se convierte en viral.
Kundalini yoga, como yoga tántrico que es, tiene la polaridad en el centro de su trabajo. Desde el punto de vista espiritual, la polaridad es una ley universal, cada aspecto de la vida es doble, está formado por dos polos opuestos y complementarios.
La clave está en entender que hay que conocer y comprender ambos polos, pues ambos son iguales. No se puede conocer uno de ellos sin conocer al otro, cada uno de ellos da identidad al otro y cada uno de ellos incluye al otro en su definición. La imagen que nos viene siempre a la cabeza es el yin-yang, siendo la mejor imagen para comprenderlo.
Día-noche; luz-oscuridad; frío-calor; verano-invierno; femenino-masculino; mente-corazón… Y si avanzamos: cristiano-musulmán-judío-sikh… Y así podemos seguir con un largo blanco o negro (religión, política, fútbol…) en el que nos posicionamos y despreciamos al diferente porque lo vemos como contrario, no como complementario.
La serie del mes empieza con una postura de equilibrio para aceptar y ajustar nuestros desequilibrios. Continua con movimientos individuales, en pareja y en grupo para ir creciendo en conciencia. Entender nuestras polaridades, manejarlas y equilibrarlas te entrena para entender el mundo de polaridades, entender la vida y vivir de acuerdo a sus leyes.
¡Vivamos en equilibrio y armonía con las polaridades de la vida, sin polarizaciones!
Imagen de Comfreak en Pixabay
Artículo publicado por Amarjit K.