El útero y el poder creativo

El ÚTERO es más que un espacio para gestar una vida, es un centro vital. Desde este centro creamos nuestra propia vida.

Según la tradición yóguica, el útero está relacionado con el segundo chakra y asociado al color naranja. El nombre sánscrito de este chakra, svadhisthana significa dulzura, «la dulzura del placer». Otra definición es «estar en el lugar que a cada uno le es propio».

Si el primer chakra representa la conexión con la tierra, el mundo material y nuestro lugar en el mundo, el segundo representa la conexión con una misma. Desde este centro creamos nuestra propia vida, además de poder gestar una nueva. Está influenciado por el elemento agua, relacionado con las emociones. Y a su vez, es guardián de las memorias emocionales propias y heredadas.

Rige nuestro derecho a sentir. Pero nuestra cultura con frecuencia nos enseña a reprimir las emociones, a no llorar, a no mostrar enfado. Si no se nos permite sentir es difícil que sepamos qué es lo que deseamos o necesitamos. Conectarnos con este conocimiento interno nos ayuda a tener una comunicación más consciente y una creatividad coherente con nosotras mismas.

mujer dando una palmada con polvo de colores Pixabay
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¿Cómo nos afecta el segundo charkra?

Cuando este centro vital está energéticamente débil puede haber temor al cambio o tener dificultad para sentir las emociones, el placer, o la sensualidad.

Cuando está excesivamente cargado o sin capacidad de control, ocurre lo contrario: son personas muy emotivas que pasan con facilidad de un extremo a otro, gobernadas por sus emociones; y es posible también que se dejen influir por las emociones de otras personas.

Cuando está debilitado se busca la aprobación y ayuda de otros. A menudo la persona no se siente con derecho a la felicidad personal, se sacrifica por mantener la paz, estabilidad y equilibrio para los demás y se olvida de su vida ocupándose de las vidas de otros, buscando, inconscientemente, amor y aprobación.

Si está correctamente activado la persona disfruta con lo que hace y tiene energía suficiente para hacerlo. Hay una escucha activa de una misma y una aceptación de las emociones y del propio cuerpo.

Cuando esto sucede, entonces la creatividad fluye como medio de expresión y de placer de transformar sentires e ideas en algo concreto, como un elemento plástico, ya sea pintura, collage, escultura… o una expresión efímera a través de la danza o la interpretación. Pero, sobre todo, creando nuestro día a día, resolviendo de forma creativa los retos cotidianos.

Conexión con la figura materna

El útero y su centro vital representa también la conexión con la figura materna que es la que nos transmite la capacidad para habitar nuestro propio cuerpo, con la que aprendemos, o no, a autorregularnos y con la que afirmamos nuestro derecho a sentir. En nuestra edad adulta nos habla de nuestro maternaje, cómo nos hablamos y cuidamos; y también de nuestra responsabilidad y compromiso.

La creatividad y comunicación genuina surgen cuando estamos en coherencia con lo que sentimos, necesitamos y pensamos. Solo puedes ofrecer a otros con auténtica generosidad lo que te das a ti misma primero. 

Tienda Roja

En la próxima Tienda Roja nos relacionaremos con nuestro útero  desde una conexión muy especial, como guardián de las memorias y creador de sueños. 

A través del movimiento consciente, trabajando la zona pélvica, activaremos la escucha de nuestras sensaciones y revindicaremos nuestro derecho a expresarlas. Siempre desde un espacio de cuidado mutuo, donde sentirnos seguras y libres de juicios. 

Y jugáremos con distintos materiales para explorar esta capacidad expresiva y profundizar en nuestro autoconocimiento. ¡El próximo 14 de junio a las 19:30 no te pierdas la Tienda Roja!

Texto escrito por Diana Jato

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